El pasado martes, la Presidenta de AChDA, Natalia Dasencich, participó en el Conversatorio sobre Huella Hídrica, organizado en el marco del Programa de Desarrollo Productivo Sostenible y Becas de Capital Humano de CORFO, junto al Académico y Director del Centro de Investigación en Sustentabilidad UDD, Alex Godoy-Faúndez.
Este evento, parte del diplomado en gestión sostenible del agua y huella de agua de la Universidad del Desarrollo, contó con el apoyo de CORFO y el Ministerio de Economía, abordando la huella hídrica y su integración en políticas públicas y eficiencia hídrica.
Durante el conversatorio, moderado por Claudia Papić Illanes, se trataron los siguientes puntos clave:
Obstáculos para la regulación:
- Inconsistencia regulatoria entre la exigencia de uso completo de derechos de aprovechamiento y la necesidad de implementar instrumentos como la huella hídrica.
- Falta de tarificación del agua cruda, lo que desincentiva la eficiencia.
- Carencia de una visión integral en las políticas y su impacto en la eficiencia hídrica.
Importancia de la medición: La medición de la huella hídrica fue destacada como un primer paso esencial para una gestión eficaz de los recursos, distinta a la mera medición de las extracciones desde las fuentes. La implementación de medidores y sistemas de monitoreo adecuados de huella hídrica es fundamental.
Beneficios de gestionar la huella hídrica:
- Mejor posicionamiento en mercados internacionales con regulaciones ambientales estrictas.
- Refuerzo en la gestión de riesgos y mejora de la reputación corporativa.
- Preparación para enfrentar posibles tarifas e impuestos ambientales en el comercio exterior.
Desafíos tecnológicos y brechas:
- Aunque las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial y sistemas de monitoreo avanzados, son de gran ayuda, requieren inversión y capacidades que solo las grandes empresas pueden asumir actualmente.
- Es fundamental reducir las brechas de acceso y capacitación para que las pymes puedan adoptar estas tecnologías.
Colaboración público-privada: Es vital para avanzar en la sostenibilidad del agua, aunque sin generar dependencia del Estado. Las alianzas internacionales también serán clave para la implementación de normativas y mejores prácticas.